El último secreto – Dan Brown

Sinopsis

Robert Langdon, el célebre profesor de simbología, viaja a Praga para asistir a una conferencia revolucionaria impartida por Katherine Solomon, una brillante científica noética con quien ha iniciado una relación. Katherine está a punto de publicar un libro cuyos asombrosos descubrimientos sobre la naturaleza de la conciencia humana prometen desafiar siglos de creencias consolidadas. Pero un brutal asesinato desata el caos, y Katherine desaparece sin dejar rastro junto con su valioso manuscrito.

Desesperado por encontrar a la mujer que ama, Langdon se embarca en una carrera contrarreloj por el paisaje místico de Praga, mientras es perseguido por una poderosa organización y por una figura inquietante surgida de antiguas leyendas. En la Ciudad de las Cien Torres, un escenario fascinante donde la ciencia más avanzada convive con la tradición, Langdon deberá desentrañar símbolos y códigos para desvelar una verdad sorprendente sobre un proyecto secreto que podría transformar para siempre nuestra comprensión de la mente humana.

¿Por qué lo he leído?

Empecé este libro por casualidad. Me he leído todos los libros de Dan Brown, y aunque muchos puristas lo odian porque dicen que es demasiado comercial, qué queréis que os diga, a mi me encanta (seré una básica).

Tenía curiosidad por saber de qué iba esta historia, y sin darme cuenta en el tercer capítulo ya estaba enganchada. El problema es que ese enganche duró menos de lo que pensaba. Os cuento:

RESEÑA

Robert Langdon, el archiconocido profesor de simbología, acompaña a su pareja a una conferencia en Praga. Ella está a punto de publicar un libro sobre ciencia noética que dicen que revolucionará lo que hasta ahora entendíamos sobre la conciencia, pero justo cuando el editor va a ponerse a corregir el manuscrito, todas las copias de él desaparecen y por tanto Robert como Katherine se convierten en objetivos de una organización que quiere silenciarlos.

La trama empieza muy fuerte. Me enganché nada más empezar el libro, pero poco a poco me fui desinflando.

Para mi gusto, creo que hay muchas subtramas y capítulos que no aportan nada a la historia principal, y además, para entender bien el contexto del problema al que se enfrentan los protagonistas, se necesita comprender científicamente todo lo que implica.

Gran parte de la historia son precisamente esas explicaciones, así que aunque es interesante y hace reflexionar, también llega un punto en el que se hace pesado por lo denso que es.

La ambientación es muy descriptiva, gracias en parte también a lo detalladas que son las explicaciones académicas. A mi me ha gustado mucho porque la acción se desarrolla en Praga, y como es una ciudad que conozco, me ha resultado fácil imaginarme dónde suceden los acontecimientos.

Al protagonista ya lo conocía de otras aventuras. Robert Langdon (con la cara de Tom Hanks) me gusta mucho por cómo resuelve todos los secretos gracias a que es experto en simbología. En esta ocasión, utiliza su habilidad, junto con su capacidad de recordar todas las imágenes para resolver los problemas a los que se enfrenta.

Con el resto de personajes he tenido ciertas dificultades, y no porque estén mal, si no porque aparecen y desaparecen según le va apeteciendo al autor, y eso me ha descuadrado un poco.

Hay demasiados secundarios que parece que tienen importancia en alguna parte de la trama y de repente parece que se ha olvidado de ellos. La forma en la que cierra sus subtramas a veces me ha resultado tan tardía y absurda que casi era mejor obviarlas.

En cuanto al ritmo, puedo decir que quizá no es de los libros más ágiles de Dan Brown, ya que hay otros que he leído en un abrir y cerrar de ojos y este me ha costado un poco más, pero tampoco mucho.

Hay partes que me han tenido suuuuper enganchada y necesitaba pasar páginas para encontrar respuestas, y otras partes que me han parecido más aburridas.

En general se lee rápido porque hay momentos de acción e intriga que aceleran la lectura, además, hay ciertos plot twist que me han sorprendido muchísimo porque no los esperaba para nada.

Esos giros suceden a lo largo del libro y eso mantiene el suspense, pero es cierto que de cara al final hay unos cuantos que me han hecho dar un bote.

Aunque también es cierto, que el desenlace no sé si me ha terminado de convencer. Para mi gusto los últimos capítulos se les podría haber metido tijera. Y aunque no estoy en desacuerdo con cómo acaba, es cierto que al final ya estaba un poco cansada de la historia y de los personajes.

En general no es un libro que me haya disgustado, para nada, pero es cierto que habiéndo leído los anteriores me esperaba bastante más.

Tiene una trama interesante pero es científicamente tan pretenciosa, que para entenderla hacen falta demasiadas explicaciones y eso hace que se pierda el interés y cueste empatizar con todo lo que sucede.

Quizá si lo hubiera leído en otro momento, lo habría disfrutado más.