Detroit, año 1954. Unos delincuentes de poca monta son contratados para robar lo que creen que es un simple documento. Cuando su plan no sale como ellos esperaban, emprenden la búsqueda de quien los contrató y del propósito final.

Si juntamos a Steven Soderbergh como director, a Benicio del Toro, John Hamm, Don Cheadle, Brendan Fraser (entre otros) y le añadimos una maravillosa banda sonora, ¿qué puede salir mal? Pues nada queridos.

Vaya espectáculo de película. Quizás es que estoy enamorada de la forma de dirigir de Soderbergh, pero esos ángulos extraños de cámara con ojo de pez, ese humor peculiar en sus películas, y esas tramas que nunca son lo que parecen a mi me encantan.

Durante toda la película me he sentido engañada y mi recomendación es que aquí no te fies de nadie (ni del apuntador), cuando tenía clarísimos por donde iba a salir (porque una se va de lista que no veas) va y pasa algo no tenías claro. Y así durante toda la película hasta que llegas al final y no eres muy consciente de lo que has visto durante esos 115 min, pero eso sí la felicidad no me la quita nadie.

Con ese toque de cine noir de los 50 (que me ha flipado) es sin duda una película a tener en cuenta cuando no sepáis que ver porque pasareis un buen rato.

A🔵