
Sinopsis
Los mejores cazadores de demonios del mundo acuden a los Juegos Exorcistas. En esta competición despiadada Leaf sigue luchando contra unos poderes demoniacos que no dejan de aumentar, al igual que sus sentimientos prohibidos hacia Falco. En este proceso, descubre un oscuro secreto que se oculta en las entrañas de Black Bird Academy.
¿Por qué lo he leído?
Después de lo que disfruté con el primer libro, tenía ganas de continuar con la intriga y la diversión que ofrece una Academia de Exorcistas donde la protagonista está poseída por un demonio.
RESEÑA
El mundo de Leaf Youg quedó patas arriba cuando fue poseída y se vio inmersa en una guerra entre demonios y exorcistas. Y aunque al final del primer libro Lore (el demonio que la poseyó) se marchó, algo oscuro quedó en su interior.
Para demostrar que no es peligrosa, le hacen participar en los Juegos Exorcistas, y si no los supera o hace algo demoníaco será ejecutada. Lo que pasa es que estando allí descubre un secreto que lleva siglos oculto que afecta a las Academias de Exorcistas y a todos los seres sobrenaturales del mundo, así que no sólo está en juego su vida, si no que también lo está la del resto de la humanidad.
Así que la trama va de sobrevivir, pero de sobrevivir a todo, a los juegos, a los demonios, a los vampiros, a los exorcistas… A la pobre Leaf todo el mundo la quiere borrar del mapa o utilizarla para sus propios beneficios. Menos mal que sus aliados son tan poderosos como sus enemigos.
El worldbuilding se amplía porque en este libro aparecen más seres que en el anterior. Los vampiros tienen un papel fundamental y conoceremos a personajes históricos muy importantes dentro de sus filas.
También cambia la localización, ya que los juegos son en Londres y ni los exorcistas ni la Blackbird Academy de allí tienen algo que ver con la de New York.
Tiene un punto cómico en la forma de hablar de los personajes que hace que les cojas cariño por lo cercanos que son.
Quizá en este libro he echado de menos más presencia de Lore, que es mi favorito, aunque se compensa un poco porque Crain y Zero han ganado mucho peso y cada vez me gustan más.
Leaf sigue siendo genial, pero al no estar poseída pierde un poco el sarcasmo y la ironía, y con Falco me pasa un poco como con el primer libro, que le sobra el palo en el culo pero tiene su punto.
Los personajes secundarios nos dan muchas pistas acerca del mundo en el que se mueven los exorcistas y sus jerarquías y también hay nuevas incorporaciones que apuntan maneras y necesito conocer cómo se va a desarrollar sus tramas de cara al desenlace.
El ritmo es muy ágil y la pluma de la autora es tan ligera e ingeniosa que una vez que empiezas pasas las hojas sin querer.
Hay plot twist repartidos de principio a fin, pero los que realmente sorprenden están en los últimos capítulos, porque de cara al final pasan cosas que no esperas, aumenta la acción, la tensión y al acabar tienes un montón de teorías que no puedes resolver hasta el siguiente libro, y eso amigas, va a hacer que la espera sea larga.
En general es un libro disfrutón que se lee solo y hace pasar un buen rato porque divierte y mantiene intriga constantemente.
Quizá no sorprende tanto como el primero porque es más de transición, pero se revelan datos muy importantes y deja el camino preparado para un desenlace que promete ser épico.
Me ha gustado mucho.



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