
Sinopsis
Hay cosas por las que merece la pena esperar.
Avery Morgansten necesita huir del recuerdo de una noche fatídica, e irse a la universidad a miles de kilómetros de su casa parece ser el único modo de hacerlo. Solo tiene que centrarse en sus clases, en hacer amigos y, sobre todo, en no llamar la atención.
Hay cosas que merece la pena experimentar.
Cameron Hamilton es un metro noventa de irresistible atractivo completado por un par de imponentes ojos azules. Avery sabe que debería mantener las distancias, pero ignorar la tensión entre ellos, que saca un lado de ella que ni siquiera sabía que existía, es imposible.
Hay cosas que no deberían mantenerse en secreto.
Sin embargo, cuando Avery empieza a recibir correos electrónicos llenos de amenazas, tendrá que enfrentarse al pasado que tanto le ha costado dejar atrás. Pero, cuando la verdad salga a la luz…, ¿podrá seguir contando con Cam?
Y hay cosas por las que merece la pena luchar.
¿Por qué lo he leído?
No soy muy fan del romance, pero hay veces que tengo el corazón blandito y la cabeza como un bombo. Para esos momentos, una historia de amor fácil y sin pretensiones es justo lo que necesito.
A esta le tenía ganas porque había leído muy buenas críticas, y además, decir que tengo a la autora en un pedestal se queda corto.
Reseña
Este libro cuenta la historia de Avery, una chica que comienza la universidad huyendo de un pasado muy traumático. Tiene un oscuro secreto que ha marcado su vida y empezar de cero es vital para ella. Está llena de complejos y no se fía de nadie, pero cuando Cam aparece en su vida, sus barreras empiezan a caer dándole una segunda oportunidad.
La ambientación te traslada al típico campus de universidad americana. Yo nunca he estado en ninguna, pero en mi imaginación son todos iguales y concuerdan mucho con la descripción que hace la autora en este libro.
También conoceremos dónde viven los protagonistas, que en esta ocasión para mi desgracia, en vez de estar en una residencia de estudiantes, viven en un edificio donde son vecinos.
Aprendí que algunas veces las palabras no eran necesarias.
El ritmo hace que leas sin darte cuenta por muchos motivos:
- Lo que pasa te mantiene pegada a las páginas porque aunque sabes lo que va a pasar, quieres leerlo cuanto antes.
- Los diálogos son buenísimos porque reparten zascas por todos lados.
- La tensión sexual entre los protagonistas tienes más ganas de que se resuelva que ellos mismos.
- Los capítulos son tan cortos que cuando dices uno más y a dormir, estás eligiendo ya el siguiente libro porque este lo has acabado.
En fin… dos días tardé en acabarlo y mucho me parece.
Los personajes son maravillosos y es imposible no adorarlos. Ambos tienen un pasado que les pesa por diferentes motivos y quieren salir adelante de la mejor manera posible.
Avery llega a la universidad huyendo de su pasado. Hace años tuvo un suceso traumático que le dejó marcada de por vida y necesita salir adelante. Al principio vemos a una chica llena de miedos y barreras, pero poco a poco, gracias al amor y al cariño de la gente que la rodea sin juzgarla, consigue superarse y curar todas esas heridas que le hacían tanto daño.
Me ha encantado como está construida porque es imposible no empatizar con ella incluso cuando toma decisiones en las que no he estado de acuerdo.
Cam es un personaje que todos los hombres deberían estudiar. Él es un tipo popular, guapo, simpático y carismático, pero que también ha sufrido lo suyo. No hay una sola cosa que haga o diga que no me haya hecho querer hacerle un altar.
Es paciente, empático y tiene una inteligencia emocional que se nota que es ficción porque algo tan perfecto no existe.
Es una pasada cómo se comporta con Avery y cómo le ayuda quererse a base de sonrisas y buenas palabras. aisssss….
Los personajes secundarios no son tan importantes pero sí que importan. Dan a entender que una persona para salir del pozo no sólo necesita al tío perfecto, sino también a unos amigos fieles que la entiendan y la apoyen sin prejuicios.
Mientras el sol siga saliendo, las cosas no pueden ser tan malas.
En general es un libro bastante predecible, como todos los de este género. Sabes lo que va a pasar y es exactamente eso lo que quieres. Aun así, tengo que decir que hay muchas cosas que me han sorprendido porque no me las esperaba.
Tiene un par de plot twist que te dejan flipando porque dan más transcendencia a la historia y hacen darte cuenta que lo que a priori parece simple, está lleno de complejidades.
El final es cómo tiene que ser y menos mal que es así, porque llega a ser de otra manera y os juro que Jennifer L. Armentrout no tiene mundo para correr. Me ha encantado lo que pasa y cómo pasa, porque es lo que la historia, los protagonistas y yo nos merecemos.
Recuerda que no importa lo que te digan, nada cambia el hecho de que eres una mujer hermosa y fuerte.
En conclusión, me ha encantado. No es el típico friends to lovers facilón, es una historia de amor que se cuece a fuego lento entre dos personas con heridas profundas que juntas aprenden a curarse.
A priori parece sencilla pero está llena de matices y eso ha hecho que me enganchara desde el minuto uno. Además tiene ese toque cochino que tanto me gusta en este género y que ha hecho que leyera con una sonrisa constante en los labios.
Me ha parecido divertido, tierno y con un mensaje precioso que al final da que pensar.



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