Sinopsis

¿Y si la leyenda del hilo rojo no solo te lleva a una persona?

Quizá el hilo rojo te conecta con todas aquellas personas a las que estás designada, con tus padres, hermanos, amigos, amantes e incluso con tu mascota. Con todas aquellas personas que serán tu alegría, tu tristeza, tus risas y tu llanto. aquellas que llenarán de color tus días grises y a las que tú hrás sentirse vivas. 

Aquellas sin las que tu vida sólo sería silencio.

Reseña

Me encanta la forma que tiene de expresarse Flor, aunque este libro me ha decepcionado con creces. 

Explica la teoría de que todos estamos unidos por el hilo rojo y  estamos conectados a algo/alguien independientemente de tiempo/lugar/circunstancias.

La trama, por decirlo de alguna manera, son capítulos sin sentido que nada tienen que ver con el desenlace o final. Es más, puedes leerte el primer capítulo y el último, y sabrás lo mismo que si lees todo el libro. 

Julie, una de las protas, se muda de ciudad tras el divorcio contencioso de sus progenitores, estableciéndose un ejercicio de guarda y custodia a favor de su padre, a quién ella considera como la persona más importante de su vida. 

La autora, a esta situación, le podría haber sacado mucho más provecho, ya que aún sigue siendo un tema controvertido que le den la custodia individual al progenitor. Sin embargo, lo describe como un hombre con escasas habilidades personales que únicamente hace bromas de cuñado y come a todas horas chocolate. En fin.

Volviendo a Julie, es el típico personaje que es inocente y que tiene que lidiar con diferentes temas triviales sin saber cómo hacerlo, lo que le hace conectarse con los otros dos protas. A veces, aparecen puntadas de madurez, aunque se cae esa impresión al leer la siguiente frase. 

En clase conoce a Derek, el típico chico que proyecta una imagen de asocial, con muchas manías y con tendencia a preferir el silencio porque le satura el ruido de las personas. 

Días después del inicio del curso, entra en acción Landon, primo de Derek, quién también se ha mudado de ciudad por temas personales. Julie se hace amiga de los dos chicos quienes por su temperamento son el día y la noche. 

Aparecen dramas adolescentes que no están bien explicados ni hay contexto para analizarlos.

En mi opinión, el único personaje que merece la pena es Landon. Es el único que actúa por un motivo, y tiene una evolución y madurez a lo largo de la trama. Los otros dos… son personajes muy planos, repletos de red flags que necesitan un poco de rasmia. 

Todo el desenlace de la novela carece de desarrollo, contexto y estructura. Los romances son inexplicables y aparecen los típicos dramas de adolescentes que ya cansan. Sin embargo, en comparación con el resto, el final sí que me gustó gracias a Landon. 

Por no entrar en spoilers sobre lo único que merece la pena del libro, y a pesar que es totalmente predecible trata temas muy duros y con un gran impacto social/emocional con delicadeza. En este sentido, se puede apreciar que el tema que toca Flor en el libro le toca a nivel personal y le dedica más cariño y atención que al resto. Por eso, con que leáis el primer y último capítulo tendréis suficiente.

A diferencia de otras de sus novelas, en esta no hay descripciones de ambientes elaborados, se centra en el instituto, y dos domicilios, lo que también influye a que sea un libro vacío y carente de recursos de estilo. No hay giros en los acontecimientos, siendo todo muy lineal y esperable. 

Finalmente, soy conocedora que se está cociendo el segundo libro de la saga #Silence, pero, tal cual ha sido este primer libro, no sé si lo leeré puesto que creo que no ha dejado un final muy abierto para poder seguir con la historia. Tal cual está, está bien, aunque también entiendo que tiene que alargar la explicación de la teoría del hilo roja, porque, tal cual empieza ella en la novela, “….aquellos que estén unidos por un hilo rojo estarán destinados a ser almas  gemelas (…) y si algún día se separan, volverán a encontrarse, no importa el tiempo o las circunstancias (…) el hilo puede estirarse, enredarse y hasta tensarse, pero jamás romperse”.

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