Mientras asiste a la Academia Nevermore, Miércoles Addams intenta dominar su incipiente habilidad psíquica, frustrar una ola de asesinatos y resolver el misterio que envolvió a sus padres 25 años atrás.

Me encanta la Familia Addams. No puedo contar la cantidad de veces que vi las películas de los 90 cuando era pequeña. Ese toque tétrico con su punto de comedia macabra me parece lo más. 

Así que cuando me enteré que Tim Burton (osea el puto Tim Burton) iba a hacer una adaptación para Netflix donde Miércoles iba a ser la prota me faltaron partes del cuerpo para aplaudir. 

La serie comienza con Miércoles ingresando (en contra de su voluntad) en una escuela para seres sobrenaturales, el mismo donde estudiaron sus padres. 

Su objetivo, pasar el año escolar sin que la expulsen. 

Su obstáculo, que no quiere estar allí.

Dentro de la Academia Nevermore intentarán enseñarle a controlar sus poderes psíquicos y allí conocerá a unos compañeros de clase con unas habilidades un tanto peculiares.

Además, unos asesinatos y unos misterios sin resolver harán que el año lectivo no sea tan tranquilo como se imaginaba.

Yo sabía que me iba a gustar , pero no imaginaba cuánto.

Me he reído muchísimo con las ocurrencias y situaciones que viven los personajes, he estado totalmente intrigada por saber qué está pasando y por qué, he disfrutado con la ambientación porque la estética no puede estar más lograda, he flipado con las referencias antiguas y creo, sinceramente, que los actores no pueden estar mejor elegidos.

La vi en una sentada y sólo espero que la siguiente temporada siga en la misma línea y no tarden mucho en sacarla, porque sin duda, es de las mejores series que tiene Netflix en este momento.