
Sinopsis
Jude tenía siete años cuando sus padres fueron asesinados y, junto con sus dos hermanas, fue trasladada a la traicionera Corte Suprema del Reino Feérico. Diez años más tarde, lo único que Jude desea, a pesar de ser una mera mortal, es sentir que pertenece a ese lugar. Pero muchos de los habitantes desprecian a los humanos. Especialmente el Príncipe Cardan, el hijo más joven y perverso del Alto Rey. Para hacerse un hueco en la Corte, Jude deberá enfrentarse a él. Y afrontar las consecuencias. Como resultado, se verá envuelta en las intrigas y engaños del palacio, además de descubrir su propia habilidad para el derramamiento de sangre. Al tiempo que la guerra civil amenaza con arrasar las Cortes Feéricas, Jude se verá obligada a poner en riesgo su propia vida con una peligrosa alianza.
¿Por qué lo hemos leído?
Esta saga lleva años en nuestra lista de libros pendientes. Habíamos leído opiniones de todo tipo, algunas la ponían como una maravilla del mundo literario y otras como una mierda seca, así que decidimos que era el día de abandonar nuestra procrastinación y formar una opinión propia.
Reseña
En el Reino Feérico los mortales corren gran peligro. Los seres que viven aquí manipulan a los humanos a su antojo y los odian igual que los necesitan (¿sino quienes van a ser los sirvientes?).
Jude ansía poder para que se le respete y sabe que la única forma de sobrevivir es haciéndose un lugar en la corte. Lo que pasa es que tiene demasiados enemigos que no la quieren allí.
Así que la trama principal es ver como Jude hace lo que sea para hacerse un hueco en el mundo Feerico. Para eso se verá inmersa en una serie de subtramas llenas de pactos, engaños, intriga y muertes.
La verdad es que el libro empezó muy fuerte pero a medida que íbamos leyendo muchas subtramas, que a nosotras nos parecían interesantísimas, se fueron desinflando. Algunas desaparecen y otras se resuelven de manera totalmente absurda.
Los idiotas son los únicos que no se asustan de las cosas que dan miedo
La ambientación física no es la más compleja ni la más extensa pero no está mal.
Nos hacemos una idea de como es el mundo de Elfhame y su comparación con el mundo mortal, pero a pesar de que sabemos que hay tres islas (gracias también al mapa) no sabríamos deciros si hay alguna diferencia entre ellas. En algunos momentos hemos sentido que el worldbuilding se nos quedaba corto y en otros, los detalles de los habitantes y su entorno nos trasladaban allí.
En lo que sí entramos en profundidad es en el modo de vida. Las fiestas, la fruta feérica, los juegos de palabras… Todo eso nos ha encantado y a la vez nos ha dado “pánico” (como tristes humanas que somos).
También hemos podido ver pequeñas pinceladas de cómo funciona el reinado del Rey Supremo, la política general en el reino, de cómo hay feéricos de primera, de segunda y por último están los humanos.
Los personajes, tanto los principales como los secundarios, nos han ayudado mucho a entender qué pasa cuando perteneces a una clase o a otra.
Jude es quien hará que conozcamos el reino de Elfhame, y como humana que es, lo conocemos de la peor manera porque pertenece a la clase más baja de la sociedad.
La verdad es que hemos tenido nuestros más y nuestros menos con ella. En algunos momentos le aplaudimos hasta con las orejas y en otros nos habría encantado zarandearla hasta que espabilase.
Está llena de odio hacia los seres Feericos pero a la vez quiere integrarse entre ellos y que la respeten (¡hola contradicciones!).
Es muy ambiciosa y no se para ante nada ni nadie para conseguir sus objetivos, así que no es la típica heroína que estamos acostumbradas a leer en este tipo de historias.
Cardan es el hijo pequeño del rey, y como tiene las mismas posibilidades de reinar que nosotras, pues se ha convertido en el “Froilan” de Elfhame. A él lo que le interesa son las fiestas, beber y meterse/torturar a los plebeyos, sobre todo si entre ellos está Jude.
En algunos momentos nos ha hecho gracia porque es un sinvergüenza, pero en otros se nos ha quedado un poco corto.
En general, lo que nos ha pasado con los dos es que nos han parecido poco carismáticos. Además muchas de las acciones o conversaciones no concordaban con su personalidad, que por cierto va cambiando a lo largo del libro.
El amor no germina bien cuando se alimenta del dolor
Y aunque nos gusta siempre ver una evolución a los personajes, algunas veces este desarrollo nos parece incongruente.
Gracias a todos los dioses que estaban los secundarios. Enriquecen la historia desde el minuto uno, y aunque no nos fiamos de ninguno, todos nos parecen personajes complejos de los que solo queremos saber hasta su grupo sanguíneo. Nos han dado la vida.
El ritmo no está mal aunque reconocemos que hay bastantes altibajos. Algunos capítulos se nos han hecho eternos y otros se nos han pasado rapidísimo.
Los momentos de acción y la escritura sencilla hace que se lea más o menos rápido.
Los plot twist tampoco hacen que el ritmo sea de los más fugaces que hemos leído.
La verdad es que algunos han sido un poco bajona, porque así como hay varios que nos los hemos comido con patatas, disfrutandolos a tope y subiendo nuestra intriga a niveles muy altos, otros aparecen y desaparecen sin mucho sentido dejándonos con la duda de si es una genialidad o es algo sacado de la manga.
La sensación con el final es un poco como con el resto de la historia. Lo que sucede está bien pero a la ejecución no le encontramos mucho sentido.
Nos da la sensación de que aunque hay algunas cosas que concuerdan con el resto del libro, el desenlace está sujeto con pinzas.
En general, aunque nos ha parecido un poco flojo para ser inicio de una trilogía tan famosa, Holly Black nos presenta un mundo mucho más oscuro al que estamos acostumbradas, donde no te puedes fiar de nadie y la violencia parece el único modo de dialogar.
Para nosotras hay muchos altibajos porque hay cosas que nos han gustado mucho y otras que sin más.
Tenemos la esperanza de que la cosa mejore porque quedan abiertas puertas con buenísima pinta, así que para confirmarlo tendremos que continuar la historia.



