Sinopsis

Hace mil años, Dianna sacrificó su vida mortal en los desiertos de Eoria para salvar a su hermana. Rezó a cualquiera que la escuchase, sin saber que quien respondería a sus plegarias sería un monstruo peor que cualquier pesadilla. Convertida ahora en villana, Dianna tiene que robar una reliquia de las criaturas que la han estado acechando.

Han cambiado muchas cosas desde que Liam se llamaba Samkiel, allá en el viejo mundo, pero algo sigue igual: es el Destructor de Mundos, un mito para sus enemigos, un rey y heroe para quienes le son leales. Tras la Guerra de los Dioses, Liam abandonó su corona y sus responsabilidades, dejando a su suerte a quienes más lo necesitaban. Pero cuando atacan a sus seres queridos, vuelve al reino al que nunca quiso regresar y a las zarpas del enemigo al que apresó hace milenios.

¿Por qué lo hemos leído?

Este libro parece que nos lo hayan hecho por encargo porque es un enemies to lovers con todos los elementos que nos gustan: dioses, profecías, guerras, seres sobrenaturales, violencia, secretos, traiciones, acción… o sea, gracias Amber V. Nicole.

Reseña

Dianna se sacrificó para poder salvar a su hermana, convirtiéndose en el arma más poderosa de Kaden. Él decide absolutamente todo sobre ella y la usa para su placer y para su propio beneficio. 

Su próxima misión es conseguir una antigua reliquia que acabará con aquellos responsables que hicieron que su especie se exterminara. 

El problema es que su plan se desmorona cuando algo falla y despiertan a Samkiel, el rey de los dioses, un enemigo que pensaban que había desaparecido y con el que Dianna se verá obligada a hacer un trato para salvar lo único que le importa más que su propia vida.

El worldbuilding es bastante complejo y en el primer 30% íbamos un poco perdidas. Se da mucha información y cuesta asentarla, pero tan pronto lo haces, es una delicia. 

Y aunque hay cosas que no quedan del todo claras, tenemos en cuenta que es el inicio de la saga, por lo que entendemos que hay detalles que se explicarán más adelante. 

Nos encanta un mundo en el que hay dioses, profecías, guerras y múltiples seres sobrenaturales. Vamos, que en este libro  hay un poco de todo y para todos los gustos.

Al principio el ritmo puede parecer “lento” porque nos presenta a dos personajes que pertenecen a diferentes mundos, tienen un pasado que los define en la actualidad y hay que entenderlo muy bien para el desarrollo de la trama. 

Así que puede costar un poco engancharse, pero toda la información que da es muy interesante. 

Eso sí, una vez que nos metemos en faena y empieza la acción, la velocidad de lectura aumenta y al final casi es necesario leer en diagonal para saber qué va a pasar.

A los personajes nos costó pillarles un poco el punto, porque tienen un pasado tan traumático y tan lleno de secretos, que hasta que no se empieza a escarbar y a quitarles las capas no se entienden del todo. Una vez que explican su situación, nos han encantado porque su evolución es brutal.

Dianna nos ha caído muy bien desde el minuto uno. Es graciosísima, directa, poderosa, salvaje… pero al principio no entendíamos muy bien qué es lo que le pasaba para ser como es. Nos parece muy original que ella sea “la mala” tanto por su naturaleza como por su moralidad cuestionable. Sus valores son peculiares y su lucha interna también. Es muy interesante.

Liam sin embargo nos pareció un pan sin sal hasta que empezamos a conocerlo en profundidad y entendimos por qué es tan hermético e inaccesible. A veces parecía que le corría horchata por las venas, pero cuando empezó a quitarse las máscaras, vimos que en realidad era puro fuego. Es el dios todopoderoso que nunca quiso serlo y al que su corona le pesa más de lo que puede soportar por la gran responsabilidad que requiere llevarla.

Los personajes secundarios nos han gustado porque son el complemento perfecto de los protas. Aunque sabemos poco de ellos, la información que nos dan, tanto con sus acciones como con su actitud, nos ha hecho entender mejor la situación global.

Otros que también nos han gustado bastante son el equipo de los malos, porque cada vez que salen invade el odio hacia ellos. A la cabeza tenemos a Kaden, el rey villano por excelencia. Sádico, cruel, violento y asqueroso en el más amplio espectro de la palabra. Además, como buen hijo de puta profesional, le sigue un séquito de esbirros que son casi tan odiosos como él. Sólo les deseamos una muerte con terribles sufrimientos, y aun así, nos parecerá poco castigo.

En cuanto a los plot twist, podemos decir que nos han gustado pero que en el primer 60% del libro los que hay no son impresionantes. No son malos, no nos malinterpreteis, pero hasta ese punto la historia es lineal y los giros no son para llamar al 911.

Ahora bien, en el último tercio de la lectura tened el móvil con ese número preparado, porque lo que hasta ahora había sido tranquilo, se revoluciona y empiezan a pasar cosas que no esperas y las sorpresas llegan como misiles.

Así que de cara al final teníamos el corazón en unas 3000 pulsaciones, haciendo que nos debatiéramos entre cerrar el libro y no leer más (ya sabéis, ojos que no ven, final feliz) o mandar a la mierda a las responsabilidades y leer hasta acabar con las ojeras por el suelo. 

Ni qué decir tiene que somos unas valientes y que no nos importa parecer un panda.

No pudimos parar de leer hasta la última página porque ¡¡OMG!! Menudo desenlace hijas mías. 

El hype que te deja es inhumano, así que sabiendo que ya está la segunda parte, al menos la mitad, adivinad qué hicimos nada más acabar…

En general nos ha parecido un inicio de saga muy interesante, que puede parecer lenta pero que tiene todo lo que nos gusta y que deja con ganas de mucho más.

La historia va en aumento constantemente, y aunque de algunas cosas seguimos sin tener respuestas, confiamos en que los siguientes se resuelvan nuestras dudas y estén a la altura para calmar el hype que nos ha dejado

Y vosotros, ¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? Os leemos en comentarios y en nuestras redes sociales.

M🔴 & A🔵