
Sinopsis
Londres, 1868.
Violet Tennyson ha perdido a su familia y llega a la capital acompañada por un extraño Centinela. Allí, la recibe una familia cuyo único propósito es casarla cuando termine el último curso en la prestigiosa Academia Covenant.
Pero mientras sus días transcurren entre clases, uniformes y miradas veladas, su mentira empieza a resquebrajarse. Y no solo porque el idiota de Sid Tennyson parezca empeñado en hacerle la vida imposible.
Violet guarda un secreto. Un secreto que condenó a quien más quería y que la ha llevado hasta la Academia Covenant. Un secreto relacionado con cuatro alumnos que están destinados a convertirse en leyendas.
La cuenta atrás ha empezado. El tiempo se acaba.
¿Por qué lo he leído?
Chicas, esta lectura ha puesto fin a una trilogía que me encantaría que leyerais por voluntad propia, pero que si no es así, no me importaría para nada coartar vuestra libertad y usar la maldición “Imperius” para obligaros.
Porque es una historia que tiene de todo y para todos los gustos, así que os iba a gustar seguro.
Reseña
Como cada libro de esta saga, aunque la trama parezca individual, en realidad está totalmente conectada con un suceso que ocurrió en la escuela Covenant hace muchos muchos años.
En esta ocasión, ese suceso, afecta a la actualidad, donde los sangre negra están al borde de la extinción, y la clave para poder salvarlo está en el pasado.
Así que nuestra protagonista tendrá que viajar hasta allá para cambiar las cosas.
No sé cómo explicar lo interesante que me ha parecido el argumento, ni cómo me ha sorprendido conocer de primera mano a los personajes de los que tantas cosas habían contado en los libros anteriores.
Sigue siendo una historia que bien podría valer para cualquier género, porque aunque haya magia, su sistema es muy sencillo y lo que de verdad engancha es la intriga y el suspense.
Como en el resto, también hay amor, y tengo que decir que en este último, ese romance me ha convencido más que en los anteriores.
La ambientación me ha gustado mucho, porque aunque todos los libros se desarrollen en el mismo lugar, el cambio de época lo hace muy interesante.
La protagonista es un diez. Me ha encantado cómo lo da todo por la misión pero a la vez se deja sorprender por todos los prejuicios que tenía con respecto a los otros personajes, que por cierto me han dejado totalmente loca, ya que yo también tenía una imagen totalmente distorsionada de ellos.
Así que teniendo en cuenta que la trama es adictiva y los personajes muy misteriosos, os podéis imaginar el ritmo que tiene este libro.
Es increíble como se mantiene la intriga constantemente, porque saber quién es el traidor que quiere acabar con la magia es una misión que no sólo incumbe a Violet, es algo en lo que todos estamos metidos y tenemos que resolver.
Yo no me esperaba la cantidad de plot twist que hay y sinceramente no he visto venir ni medio, así que cada vez que había un giro (que no son pocas veces) yo me caía de culo mentalmente.
Sobre todo al final, porque chicas, menuda forma de acabar.
Es un desenlace de libro y de saga en general que no le puedo poner ni media pega.
Me ha parecido brutal porque no me esperaba que esta historia fuera a tomar esta dirección ni que me fuera a gustar tantísimo.
Como ya he dicho en anteriores reseñas, es una trilogía que podría leer cualquier persona, porque la parte de fantasía, aunque está bien y aporta ese punto brujil que me encanta, no es tan importante como la parte de thriller que te deja con la cabeza en modo resolver el caso desde la primera página hasta la última.



Y vosotros, ¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? Os leemos en comentarios y en nuestras redes sociales.

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