
Sinopsis
Vuelve Antonia Scott en la esperada continuación de Reina roja.
SEGUIR VIVA
Antonia Scott no tiene miedo a nada. Solo a sí misma.
NUNCA FUE
Pero hay alguien más peligroso que ella. Alguien que podría vencerla.
TAN DIFÍCIL
La Loba negra está cada vez más cerca. Y Antonia, por primera vez, está asustada.
¿Por qué decidí leer Loba Negra?
Porque soy incapaz de dejar las cosas a medias, simple y llanamente.
Cuando leí Reina Roja, esperaba sumergirme en una aventura policiaca de estas que te hacen soñar con ser detective y salvar al mundo. No fue así. Me encontré con un libro bastante plano y predecible.
Sin embargo, hubo cositas que sí que me gustaron. Me gustaron mucho.
La historia me pareció floja, pero los personajes no. Ellos me cayeron genial. Eran simpáticos, misteriosos, decían palabrotas y todo su universo de repente se hizo interesante a través de sus ojos.
Seguían vivos, y yo tenía que saber qué tal les iba la vida. Como a esos conocidos que se ven de vez en cuando pero te hace ilusión pasar un rato con ellos.
Así que cogí el libro con unas expectativas a ras de suelo, para entretenerme y ver en qué se habían metido estos dos.

Reseña
Todo empieza con un cadáver en el río Manzanares. Ha muerto una mujer pero no es la mujer que Antonia y Jon desean.
La venganza a veces es demasiado lenta y el mundo necesita con urgencia las habilidades de Antonia para resolver casos extremadamente complicados.
Este caso en concreto consiste en ir a Marbella para trasladar a una mujer a Madrid. Algo bastante sencillo si el marido de ésta no perteneciera a un clan de la Mafia Rusa. Además, la cosa se complica un pelín cuando se dan cuenta de que no son los únicos que andan tras ella. Una super asesina también la quiere.
Y claro, cuando mezclas drogas, a la Mafia Rusa, a sicarios profesionales y a algún que otro policía corrupto, pasan cosas.
En mi opinión mantiene todo lo bueno de Reina Roja, y mejora levemente lo malo.
Sigue sin parecerme un thriller brillante de los que no te dejan pestañear, pero la historia me ha parecido entretenida.
Me ha ayudado mucho a divertirme el hecho de ir con las expectativas bajas, ya que pienso que la resolución de la trama sigue siendo simple y en muchos aspectos poco creíble.

Seguir conociendo a los protagonistas ayuda a crear un vínculo más fuerte con ellos, dejando otra vez la historia que les rodea en un segundo plano.
Los secundarios en esta ocasión me han parecido más trabajados, pero las circunstancias que los rodean siguen siendo demasiado surrealistas. Vamos que es rizar el rizo de forma continua.
Un detalle que me gusta, (en el anterior libro también) son los diálogos. Son cortos, directos y políticamente incorrectos. Es como ver un partido de tenis donde cada uno lanza su pelota y el otro la recibe dispuesto a devolverla con más fuerza.
Entre ese dinamismo y la duración breve de los capítulos, la lectura coge un ritmo trepidante y antes de pensarlo estás en el final. Que por cierto, ¡qué final!
El final es de esos que dices… ¡Mira, Juan Gómez-Jurado, no me puedes dejar así!. Cuando parece que la relación con el primer libro es meramente anecdótica, en medio segundo todo se fusiona y te deja con el ansia viva gritando.
Si bien con el primero no sentí la necesidad de leer inmediatamente, con este, casi me entraron ganas de ir a casa del escritor a pedir explicaciones.

¿Lo volvería a leer?
Este libro es el que menos referencia hace a la vida de los protagonistas, ya que a priori parece un caso ajeno a ellos. Por eso, sería el que menos ganas tendría de volver a leer.
Pero como he dicho antes, soy incapaz de dejar las cosas a medias, así tras leer el primero, tendría que leer el segundo. Y me juego una mano a que en esa segunda lectura sacaría muchos matices y vinculaciones que en la primera lectura se me escaparon.
Y vosotros, ¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? Os leemos en comentarios y en nuestras redes sociales.
M.
Hola ! Pues fíjate que este libro lo dejé a medias. Es algo que no me gusta hacer pero era o eso y pasar al siguiente, o quedarme atascada hasta quién sabe cuando. Reina Roja me gustó bastante y me lo leí rápido. Pero sin embargo Loba Negra no me terminó de enganchar. No descarto darle otra oportunidad en un futuro. A veces no es culpa del libro sino del momento…
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Hola! Nosotras hemos aprendido con el paso del tiempo (y muchos bloqueos lectores) a abandonar historias cuando es necesario. Cada libro tienen su momento eso es verdad universal.
Con respecto a Loba Negra. Los segundos libros de las trilogías son como los hermanos del medio. A mi si me gustó porque es algo diferente, pero es cierto que no tiene el impacto del primero.
Un saludo
Nos leemos
M🔴
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