
Sinopsis
En un mundo donde el único lugar habitable es el cielo, Casiopea, el zepelín al que todos temen, navega entre las nubes.
La vida en Casiopea está estructurada a la perfección, Mamá se encarga de ello. Todos los días tanto los novatos como los veteranos desempeñan sus tareas y saben lo que tienen que hacer.
Sin embargo, no todo en Casiopea es perfecto.
Yvonne y Renée, junto a nuevos aliados, se empiezan a dar cuenta de cosas que antes habían pasado desapercibidas: desapariciones que nadie cuestiona, cicatrices cuyo origen se desconoce, un sistema de abastecimiento imposible de mantener sin ayuda del exterior, luces en la superficie terrestre que parecen confirmar que… ¿hay vida en tierra firme?
Encontrar la verdad significa enfrentarse a su pasado y a quiénes son. ¿Estará este grupo de novatos preparado para ello? A fin de cuentas, ¿no han sido siempre felices en Casiopea?
¿Por qué lo hemos leído?
En esta cuenta apoyamos la denominación de origen aragonesa por encima de todas las cosas. Nos encantan las migas, el ternasco, el jamón de Teruel y Raúl Caronte.
Desde que leímos Prime Time, llevamos pidiéndole (o más bien exigiendo pero muy amablemente) que por el amor de todos los dioses, escribiera más libros.
Así que cuando nos enteramos que estaba cocinando una nueva historia, nos pusimos muy muy contentas y la compramos antes de que saliera.
Reseña
Casiopea es un zepelin habitado por una tripulación modélica donde cada uno tiene una misión a bordo. El problema es que las personas que viven allí, a veces hacen cosas que no recuerdan o que no se explican.
Nuestros protagonistas se hacen preguntas y nadie parece saber las respuestas, así que se embarcarán en una aventura para descubrir la verdad, y eso será tan peligroso como vivir al margen de ella.
Casiopea. Fuerte como una tormenta. Resplandeciente como una estrella
La trama en sí parece sencilla, pero nada más lejos de la realidad. Nos metemos de lleno en una aventura donde todo el mundo tiene secretos y nuestros aventureros tienen que encontrar la verdad.
Dentro de ese camino van a aparecer múltiples y complejas subtramas de secretos, mentiras, amistad, amor… vamos que lo tiene todo.
Nos encanta la ambientación estilo Steampunk, (amamos el steampunk, el steampunk es tu amigo, di si al steampunk!) y aunque no entramos en grandes detalles de cómo es el mundo en esta distopía, sí que hemos podido perdernos en Casiopea.
Hemos podido correr con Renee llevando mensajes por todo el zepelín, hemos luchado con Yvonne en la arena y hemos cocinado con Zareb en la cocina.
Una de las cosas que más nos han gustado es el worldbuilding, que aunque no entra en mucho en materia, se dan pinceladas de lo complejo que es todo el sistema de zepelines, de los Estados de la Esperanza y de cómo el mundo que conocemos está organizado. Así que necesitamos una segunda parte para poder entrar en este mundo porque nos ha flipado.
Prefiero conocer una verdad dolorosa a vivir engañándome a mí misma. He asimilado mis limitaciones y aprendido a vivir con ellas.
El ritmo no decae en ningún momento, y a pesar de que no es un libro de constante acción, ocurre a contrarreloj y eso genera intriga porque tienen muchas cosas que hacer y descubrir en muy poco tiempo.
A medida que va pasando la historia todo se vuelve más oscuro y nada es lo que parece, haciendo que estés enganchada a cada coma que está escrita. Además, algo que nos ha mantenido enganchadas es el transcurso de las cosas y como está escrito, porque no hay cambios de personaje por cada capítulo.
Los protagonistas cambian según la acción que se describe en ese momento, y por eso da la sensación de que estás viendo una peli.
Ojalá un día todos esos prejuicios desaparezcan y empecemos de cero, como ocurrió aquí.
Los personajes son los que llevan el peso de la historia y eso es maravilloso. No nos enfrentamos a unos personajes de negros o blancos, si no que estamos ante unos personajes con todo un abanico de grises que hacen que todo lo que sucede en Casiopea sea mucho más rico.
Tampoco podemos hablar de principales y secundarios, ya que todos son importantes para llegar a la conclusión. Vamos, que son una cadena de engranajes, si uno falla todo falla, y eso nos gusta muy mucho. Nos gusta casi tanto como la diversidad que hay en ellos.
Pero a pesar de todo esto, nos ha costado mucho identificarnos con estos personajes y algunos incluso se nos han hecho un poco bola, no en sí por los personajes si no por las acciones que llevan a cabo.
Hay situaciones o cambios de actitud que no entendemos y que nos han parecido un poco inexplicables, haciendo que en ciertos momentos nos sacara de la historia. Algunos nos ha gustado bastante y puede que tengamos un claro favorito, y no, no es Guery. Pero con otros… nos ha costado lo nuestro no gritarles de todo.
Algo con lo que nos hemos quedado un poco chof, es con todo lo que tiene que ver con los Estado Esperanza, nos parece muy interesante saber cómo funcionan o cómo se crearon, pero esa información nunca llega y creemos que le habría dado mucha más complejidad a toda la trama y la historia.
Hemos sacrificado demasiado y no permitiré que el sistema siga jugando conmigo
No hay grandes puntos de giro pero los que hay no los vimos venir pero ni queriendo, así que nos los hemos comido con patatas.
Toda la historia en sí es un giro, ya que al ir descubriendo lo que sucede a la vez que los personajes, y pasar todo tan rápido, te mantienen en un nivel de alerta y de intriga bastante alto, haciendo que no quieras ni pestañear por si te pierdes algo.
Uno de los privilegios de conocer al autor es que puedes pedirle explicaciones por las cosas que suceden, y es posible que nosotras lo hicieramos un poco.
No entendimos muy bien cómo, pero de repente estábamos en el final porque llega sin saberlo. No es el típico libro que te va preparando y los dos últimos capítulos son de infarto. Aquí el sprint final son las últimas 100 páginas.
Empieza a suceder todo de una forma tan bien hilada, que cuando acabas el último capítulo sigues buscando más páginas porque NO SE PUEDE ACABAR ASÍ.
– Tengo miedo.
– Debes tenerlo. No solo da miedo el fracaso o la muerte. Ten miedo y, después, disfruta.
Y es que, a pesar de que es un libro autoconclusivo, el final queda abierto. Así que Raul, necesitamos más.
Podemos decir que el libro nos ha gustado de principio a fin. Y aunque no seáis fan de la ciencia ficción, creedme que este os gustará, sobre todo si os estáis iniciando en el mundillo.
A pesar de que es una distopía, los temas que trata no pueden ser más actuales porque la crítica engloba desde el racismo, la xenofobia, y el clasismo hasta la privatización de los problemas sociales, haciendo que estos se conviertan en negocio cuando entra el dinero de por medio.
Creemos que el mundo da para mucho más, y que su complejidad puede ser mucho mayor, así que estaremos atentas a si nos volvemos a encontrar con Los Estados de la Esperanza.
¡¡¡¡Necesaria una segunda parte!!!!



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