La casa en el mar más azul – T. J. Klune

Sinopsis

Trabajo, trabajo y más trabajo. Linus Baker podría ser una persona cualquiera, en un lugar cualquiera, viviendo una vida cualquiera. Él estaba convencido de esto, y si tú lo hubieras conocido, tampoco habrías dudado en asegurar que Linus pertenecía al montón, ni más, ni menos. Y así era, hasta el día en que este funcionario del Departamento de Jóvenes Mágicos es llamado por Altísima Dirección para supervisar un orfanato del que apenas hay registros.

Con esta nueva tarea entre manos, Linus viajará a la isla de Marsyas, donde deberá supervisar a seis huérfanos catalogados como peligrosos (hablamos del futuro Anticristo, entre otros) y a su enigmático cuidador. Ahí, deberá dejar de lado sus miedos y prejuicios, que no son pocos, para darse cuenta de que lo que realmente tiene que hacer no es aquello a lo que le han enviado. Porque en Marsyas, Linus descubrirá que el camino a la felicidad es distinto para cada uno de nosotros, y, que si te atreves a recorrerlo, llegarás al lugar donde te encontrarás a ti mismo

¿Por qué lo hemos leído?

Cuando este libro salió, no vimos una sola reseña negativa de él. 

Todo el mundo lo definía como un libro hogar. Lleno de ternura, de amor y de una sensación de que te deja el corazón caliente y blandito. 

Teníamos que leerlo, porque ¿a quién no le gusta un abrazo literario de vez en cuando?

Reseña

El Señor Barker pasaba sus días sin pensar, sin sentir y sin disfrutar. Hacía lo que le decían y nunca se planteó si eso le gustaba. Él era tan gris como la ciudad donde vivía. Hasta que un día, sus jefes le encargaron una misión que le cambió la vida. 

Delante tenía la felicidad, pero para poder alcanzarla tenía que apartar los miedos y los prejuicios, lanzarse a la aventura y luchar contra el sistema al que pertenecía para así ayudar a los que de verdad lo necesitaban. 

Durante toda la historia vemos cómo Linus evoluciona gracias a las personas que le abren los ojos a su alrededor, y se da cuenta, de que lo que le habían hecho creer, no era la realidad.

La ambientación no puede ser más visual. La ciudad donde vive Linus es gris, llueve y hace frío. Sin embargo, en la isla todo es color y buen tiempo. 

El paralelismo y las diferencias entre los dos sitios es evidente, igual que las personas que habitan ambos lugares.

Como todo lo que compone este libro, da que pensar. ¿Vivimos en lugares donde sólo somos números y nos comportamos como máquinas la mayor parte de nuestro tiempo? ¿Estamos acostumbrados a hacer lo que la sociedad espera de nosotros sin replantearnos lo que queremos hacer en realidad? ¿Por qué hay tanto miedo a las cosas diferentes? ¿Cuánto cuesta cambiar?

Nuestra casa está allí donde nos dejan ser quienes somos.

La trama no es de esas que engancha y necesitas llegar al final con ansia para poder respirar tranquila. Es una lectura bonita, tranquila y agradable, de la que disfrutar página a página, porque lo que importa no es el destino, sino el recorrido que te lleva hasta allí.

Así que el ritmo no es frenético, pero sí es ágil, con diálogos que hacen reflexionar y situaciones que sacan muchísimas sonrisas.

Esas situaciones no serían posibles sin los personajes que las protagonizan. Todos están perfectamente construídos, y conforme los vas conociendo, te van enseñando cosas diferentes, aunque si algo tienen en común es que no hay que juzgarlos por sus apariencias.

Linus es un trabajador social que se dedica a hacer informes sobre los orfanatos que “acogen” a niños con habilidades especiales. Él tiene que decidir si son aptos o no, según el cumplimiento de unas normas muy estrictas. Al principio es un hombre con una mente cuadriculada y cerrada, solo obedece y no piensa por él mismo. Todo eso cambia cuando le encomiendan supervisar el orfanato de Marsyas, donde descubre por él mismo que las cosas no son como pensaba ni como quería. 

Es precioso ver cómo empieza a tomar conciencia de sus deseos y sentimientos, de cómo se abre y deja que los demás entren, y cómo, poco a poco, evoluciona hasta ser la persona que quiere ser.

Arthur es el director del orfanato. Él ayuda a los niños dándoles altas dosis de amor, respeto y comprensión. Nos gusta como escucha Linus y le hace ver lo que realmente importa sin adoctrinar, sino acompañándolo a que vea la realidad por sí mismo. 

Los niños son lo mejor del libro. Su mezcla de inocencia y sinceridad son una combinación perfecta que te hace reír y enternecerte al mismo tiempo. Ellos son lo que son, niños, con potenciales especiales que asustan a la sociedad. Gracias a ellos hemos aprendido lo importante que es no juzgar de antemano y dar una oportunidad a lo desconocido. También nos han enseñado unas cuantas amenazas que guardamos a buen recaudo por si alguien nos dice cosas absurdas, como por ejemplo, que leer libros de fantasía no es leer. 

Los jefes y los ciudadanos representan, por una parte, a esas personas que no nos dejan evolucionar y nos comen la cabeza haciéndonos creer que las decisiones que toman son por nuestro bien. Ellos son los que mandan, los que deciden por los demás, los que castigan y señalan si ven que haces algo diferente. Pero por otra parte, también representan a un sector que no es así, que vive según las reglas del juego pero no están de acuerdo con ellas. Esas personas son las que esperan a que alguien alce la voz para unirse a la revolución. Esa gente nos cae bien.

Las cosas que más miedo nos dan son las que menos deberíamos temer

Al ser una historia lineal de autodescubrimiento, no hay grandes puntos de giro que nos dejen impactadas por sorpresas que no esperábamos. 

En este caso, la historia se cuece a fuego lento, y las cosas que ocurren en ella también. Así que no esperéis plot twist de infarto porque no los hay, pero la verdad, es que tampoco hacen falta.

De cara al final, vemos como el tiempo de Linus en la isla acaba, y como la persona que se tiene que ir no se parece en nada a la que entró.

El desenlace es totalmente digno a toda la historia porque no puede acabar de otra manera. 

No soy más que un papel. Fino y frágil.

En general es un libro que deja un sabor de boca muy bueno. Es como si todo lo que aprende el protagonista lo hiciéramos nosotras también con él. 

Es una historia para masticarla bien, disfrutarla y recibirla con los brazos abiertos porque cala hondo. Pero también invita a reflexionar y a parar un momento. No siempre podemos hacer eso ni estamos preparados, por eso pensamos que no es un libro para leer en cualquier momento.

Creemos, que en cierta medida, todos hemos sido (o somos) Linus Barker en algún punto de nuestras vidas, y ver cómo él evoluciona, invita a querer hacerlo también. 

Y vosotros, ¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? Os leemos en comentarios y en nuestras redes sociales.

A🔵 & M🔴

2 comentarios sobre “La casa en el mar más azul – T. J. Klune

    1. Si, nosotras hemos empezado a verlas ahora jajajaja. Tenemos que decir y repetir que no es un libro para todo el mundo ni un libro para cualquier momento. Entendemos a la perfección cuando dicen que es lento y que no les engancho… pero es que para nosotras ha sido algo muy especial. Esperemos que si te animas sea igual para ti 🙂

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