Reino de cenizas – Sarah J. Maas

Sinopsis

Aelin lo arriesgó todo para salvar a su gente a un tremendo costo. Encerrada en un ataúd de metal por la Reina de las Hadas, Aelin debe sostenerse en su feroz voluntad para soportar meses de tortura. El conocimiento de que rendirse a los Maeve condenaría a aquellos a los que ama es lo único que le da ánimos, aunque su determinación comienza a desvanecerse. Aedion y Lysandra son la última línea de defensa de Terrasen frente a una destrucción inminente. Pero pronto se dan cuenta de que incluso todos sus aliados Erawan podrían no ser suficientes. Chaol, Manon y Dorian son forzados a recorrer sus propios caminos para encontrar sus destinos. En la balanza está la esperanza de la salvación… de un mundo mejor.

¿Por qué lo hemos leído?

¿Sabéis esa sensación de alegría y tristeza simultáneas que se generan cuando esperas algo con muchas ganas, pero eso implica cerrar una etapa a la que ya no volverás nunca más? Si sois seguidores de esta saga seguro que  lo entendéis perfectamente. 

Después de muchas páginas de acción, intriga, amor, sorpresas, y un universo increíble, esta historia llega a su fin, y nuestras ganas por saber cómo iba a terminar eran proporcionales a la pena que sentíamos al despedirnos de ella. 

Reseña

Por fin volvemos al punto donde dejamos la trama principal. Aelin prisionera y el resto dispersos, unos intentando rescatarla, otros intentando conseguir aliados  y otros en plena guerra. 

Porque sí, queridos, después de 6 libros y muchas advertencias, la guerra ha llegado, y es la trama principal de esta historia. Y a diferencia de otros libros, donde todo se resume en una lucha apoteósica en las últimas líneas, en este caso tenemos 900 páginas de batallas, estrategias, victorias y derrotas.

Pero no todo son combates bélicos, también hay subtramas entre los personajes que nos han dejado el corazón en un puño. Y aunque algunos (como el rescate de Aelin) nos ha parecido un poco precipitado, lo hemos agradecido porque el dolor de esa parte no podíamos soportarlo más. 

Cada grupo de personajes tenía su propia historia particular y poco a poco se van juntando hasta llegar a la batalla final. 

Es terrible como cada una de esas subtramas nos ha tenido en tensión absoluta, y cómo todas son estrictamente necesarias para la resolución definitiva.

Una vez te dije que incluso si la muerte nos separaba, destrozaría todos los mundos hasta encontrarte.

La ambientación, por muy increíble que parezca, sigue sorprendiéndonos después de tantos libros. 

Cuando leemos las descripciones de los lugares tenemos la sensación de estar allí y visualizar todo lo que hay alrededor. En esta ocasión no ha sido muy agradable porque todo era muerte y destrucción, pero amiguis, es la guerra ¿qué queréis? 

Además, por si las descripciones no fueran suficiente, la manera que tiene Sarah de meterte en lo que sienten los personajes hace que transites por sus mismas emociones, y claro, partiendo de la base en la que todos están jugándose la vida, podéis imaginar el nivel de estrés y agobio. 

Ha sido muy intenso y maravilloso, pero ha habido raticos de pasarlo mal, no os vamos a engañar. 

Si tenemos que definir el ritmo solo podemos decir que es un libro de infarto. 

La acción empieza en el capítulo 1 y no acaba hasta la última línea. Todos están en plena lucha, algunas son físicas y otras mentales, así que daba igual quien fuera el protagonista del capítulo, en cada uno de ellos tuvimos un par de vuelcos al corazón. 

Es una locura, pasan tantas cosas que no eres capaz de procesarlas al mismo tiempo.

Hemos llorado y sufrido, literalmente. Nuestros audios llorando o las fotos con lágrimas en los ojos son pruebas suficientes. También se nos ha llenado el pecho de orgullo y alegría, que no todo es un dramón. 

En fin, que hemos pasado por todos los estados sentimentales que conocemos, y además hemos descubierto alguno más. 

Habían atravesado juntos este oscuro sendero de vuelta a la luz. Él no permitiría que el camino terminara aquí.

En este libro todos los personajes están sublimes y tienen una evolución muy buena.

Los que nos eran indiferentes nos han encantado, los que odiabamos hemos pasado a quererlos (excepto Maeve y Erawan, que nuestro odio es mayor) y los que ya queríamos ahora forman parte de los amores de nuestras vidas. 

Aelin es prisionera de su tía Maeve. Y aunque siempre hemos visto a una Aelin fuerte y decidida, que siempre va un paso por delante aquí da un giro tremendo . Aelin sufre como nunca ha sufrido, empieza a sentirse perdida y a dudar de todo lo que le sucede o le rodea. Esa dureza y esa personalidad inquebrantable empieza a romperse e incluso vemos en ella momentos de rendición y de no querer continuar luchando. Hemos dado gracias a la vida a la compañía de Fenrys, del cual por cierto, nos hemos enamorado locamente. Su comprensión, su ternura, su lealtad y lo importante que se vuelve para Aelin nos ha hecho quererlo con todo nuestro ser.

Rowan no descansará en buscar y rescatar a Aelin. Para eso tendrá ayuda de Lorcan, Gavriel y Elide, que recorren media Erilea en busca de pistas del paradero de Aelin. Y aunque esta subtrama nos ha parecido demasiada precipitada en algunos aspectos. Nos ha encantado ver a un Rowan más prudente aunque en el fondo quiera destruir toda Erilea hasta encontrar y rescatar a Aelin.   

Aedion y Lysandra tienen una de las misiones más duras y más difíciles, Lysandra debe hacerse pasar por Aelin para que el ejército continúe luchando. Pero las diferencias entre ellos y la traición que siente Aedion complica la situación mucho más de lo que ya es. Hemos sufrido muchísimo a pesar de los sentimientos encontrados con ellos dos. A Lysandra la abrazariamos constantemente y a Aedion lo habríamos abofeteado más de una vez, pero aun así, por todo lo que pasan durante todo el libro nos parece demasiado.

Chaol vuelve, pero no solo, ha conseguido junto con Yrene y Nesrym que el ejército del Khagan los acompañe, ya no solo para ayudar a equilibrar la balanza de fuerzas si no por la necesidad de compartir todo lo que descubrieron, haciendo que las tornas cambien simbólicamente. Hemos de reconocer (pero que no sirva de precedente) que hemos hecho las paces con Chaol, y aunque no es nuestro mejor amigo, la verdad es que al final le tenemos hasta cariño.

Dorian y Manon son de nuestros personajes favoritos y no nos escondemos si decimos que se nos ha roto el corazón más de una vez con ellos, ya que sacrifican lo que quieren por lo que deben hacer. Sus tramas están llenas de conflictos y superación. Quizá por eso nos hemos enamorado mucho más de ellos.

Cada paso, cada camino que había tomado la habían llevado hasta aquí.

Aún nos estamos recuperando de algunos giros, ya que no nos esperábamos casi ninguno.

Es una historia que página por página nos sorprendió de forma ascendente, haciendo que nuestras pulsaciones fueran a mil. (Recomendación de amigas: comprobar que el corazón sigue latiendo en condiciones cada dos minutos)

La tensión es contínua y no sabes por dónde van a salir ni los protagonistas ni los malos. 

Puede que alguna resolución pudiéramos imaginarla un poco, pero la gran mayoría de plot twist nos dejaron altamente afectadas. 

Creo que el amor debe hacerte feliz. Debe convertirte en la mejor versión de ti mismo.

Y esa sensación de montaña rusa dura hasta el desenlace, que por cierto, es perfecto. 

Es un broche final, de los de fuegos artificiales, que concluye de forma apoteósica.

La tensión de las últimas páginas es de traca y la forma en la que todas las tramas se cierran gracias a pequeñas historias que empezaron a gestarse desde el primer libro, es magistral. 

Y aunque por dentro estamos rotas por despedirnos de estos increíbles personajes, creemos que sus finales son tremendamente dignos y acordes a cada uno de ellos. 

Sin duda es de las mejores sagas que hemos leído y tardaremos toda la vida en superarla.

Y vosotros, ¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? Os leemos en comentarios y en nuestras redes sociales.

A🔵 & M🔴

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