
Sinopsis
Emilia se ha embarcado en una misión para vengar a su amada hermana, una que la ha llevado a viajar a los siete círculos y a vender su alma para convertirse en la reina de los Malditos, con el enigmático príncipe de la Ira a su lado. Pero ¿cuál es la primera regla de la corte de los Malditos? No confíes en nadie. Porque cuanto más reside Emilia en el infierno, ese seductor mundo lleno de vicios, más claro ve que nada es lo que parece.Incluso Wrath, su antiguo aliado, puede guardar secretos sobre su verdadera naturaleza. Y Emilia pronto se encuentra atrapada entre Wrath y su aún más perverso hermano, el príncipe del Orgullo, rey de los demonios.
Emilia se las verá con cortesanos traicioneros, palacios lujosos, galas deslumbrantes y pistas contradictorias sobre lo que realmente le sucedió a su hermana, mientras lleva a cabo una misión para descifrar los misterios de su propio pasado y encontrar las respuestas que tanto anhela.
¿Por qué lo hemos leído?
Las preguntas que nos surgieron tras finalizar El Reino de los Malditos hicieron que nuestra única misión en la vida se redujera a eludir responsabilidades mientras buscábamos las respuestas en el siguiente libro.
Así que tan pronto salió, bajamos al Infierno a resolver todas las dudas que teníamos pendientes.
Reseña
Emilia haría cualquier cosa por saber quien es el asesino de su hermana y los últimos descubrimientos han hecho que acepte el matrimonio con el mismísimo Diablo.
Ahora tiene que viajar a los Siete Círculos del Infierno con una sola misión, descubrir qué le pasó realmente a Vittoria, aunque eso implique poner en peligro su vida por engañar a los príncipes que gobiernan allí.
La trama principal está clara, pero no es fácil, ya que desde el momento en el que Emilia pone un pie en el Infierno, en vez de obtener las respuestas que necesita, cada vez le surgen más dudas.
Se da cuenta de que todo el mundo tiene secretos y que su plan de engañar a los Príncipes del Infierno en su propio territorio no es tarea fácil. Además, las diferentes subtramas que van apareciendo la llevarán a cuestionarse todo en lo que creía, porque lo que le han enseñado y la realidad, no se parecen en nada.
“Acta non verba”; acciones, no palabras
La ambientación se vuelve mucho más rica con respecto al libro anterior. La mayoría de la acción se desarrolla en el Palacio de Ira, donde pudimos pasear por sus lujosos pasillos, leer en su impresionante biblioteca e incluso degustar ese maravilloso vino que en nuestro paladar imaginario sabe a elixir de los Dioses.
Además, también pudimos descubrir otras cortes, como la de Envidia, Orgullo o Gula, haciendo que apreciáramos la diferentes estructuras sociales que hay entre las casas de los pecados.
Nos ha llamado mucho la atención que el Infierno tampoco es tan diferente al mundo real. La aristocracia manda, la nobleza los sigue y los demonios menores son discriminados (seguro que también pagan más impuestos que nadie).
Si lo comparamos con el primero quizá el ritmo no sea tan ágil porque tiene menos acción, pero eso no significa que sea lento ni aburrido, más bien todo lo contrario.
Toda la información que nos faltaba en el anterior se explica con más detalle, por lo que algunos capítulos pueden ser un pelín más densos, pero a su vez muy interesantes, ya que la información es poder y nosotras estábamos tan llenas de preguntas que no pudimos separarnos del libro en ningún instante.
Además, algo que genera una adicción increíble es la relación que tienen los protagonistas y saber qué va a pasar entre ellos.
Un fénix se levanta de las cenizas por una razón. Tu mundo debe ser destruido para que puedas resurgir.
La evolución de los personajes es muy evidente, ya que la aparición de subtramas les obligará a actuar de formas que no imaginaban.
Emilia actuar no actúa, pero confabular y pensar sí, y nos encanta crearnos nuestras propias teorías junto con ella. Se nota que va madurando y que ya no es la niña inocente que empezó la historia, aunque en muchas ocasiones nos ha hecho perder la paciencia. ¿Sabéis esa amiga que pide consejo pero luego no hace ni caso? pues esa es Emilia.
Y no, nos avergonzamos si decimos que en caso de elegir bando… Lo siento mucho nena pero nosotras nos hemos vuelto muy monárquicas…
Si Ira en el primer libro lo rodeaba un aura de misterio, oscuridad y poder, en este se ha multiplicado por cuatro. Y aunque muchos de sus secretos seguimos sin saberlos, hemos disfrutado quitando máscaras a nuestro príncipe favorito.
Si hay alguien muerto que cunda más que Jesucristo y que Danika de CC esa es Vittoria. Entendemos la importancia de este personaje, pero que todo gire a su alrededor nos ha dado pereza en más de un momento.
Los personajes secundarios no nos han defraudado lo más mínimo, pero nos habría encantado conocer en mayor profundidad al resto de príncipes del Infierno y saber más sobre sus casas para ver con cual nos sentimos más identificadas.
El miedo es poder aquí. Cuanto mayor es tu miedo, mayor es el poder que nos das.
Las teorías que nos montábamos en nuestra cabeza son dignas de Iker Jiménez y La Nave del Misterio, y por eso, se nos hinchaba el pecho de orgullo cuando alguno de los giros argumentales coincidían con nuestras confabulaciones. En ese momento nos creíamos James Bond y Sherlock Holmes con moño de estar por casa.
Pero nuestro súper poder de resolver misterios como churros se iba a la mierda cuando de repente, pasaban cosas que nos dejaban con cara de idiotas porque no las vimos venir ni con lupa.
Los plot twist que hay no son de los que te dejan taquicárdica perdida, pero eso no nos ha disgustado en absoluto, ya que la suma de todos hacen que la tensión de la historia no decaiga en ningún momento.
Con el final nos ha pasado como en el libro anterior, nos ha gustado y tenemos la necesidad de continuar la historia urgentemente, peeeero en los últimos capítulos todo se vuelve tan precipitado que no sabíamos qué era lo que estábamos leyendo.
Teníamos la sensación de habernos saltado páginas porque no entendíamos cómo llegaban a algunas conclusiones de repente.
A ver, ¿Cómo es posible que Emilia, que lleva todo el libro dando palos de ciego sin enterarse de nada, de pronto descubra la verdad (aun no sabemos cómo) y encuentre la solución de todos sus problemas en las últimas 15 páginas? Si alguien lo sabe, que nos los explique.
La venganza es veneno, la muerte lenta de uno mismo. Busca justicia. Busca la verdad. Pero si eliges resarcirte por encima de todo lo demás, perderás más que tu alma.
Quitando ese detalle, este segundo libro es más oscuro, más complejo y mejora la saga.
La información que añade enriquece la historia que ya conocíamos y además te deja con la intriga llenita por saber cómo va a acabar. La lectura sigue siendo adictiva, agradable y tremendamente ágil. No es de esas que te cambian la vida, pero mentiríamos si dijéramos que no hemos disfrutado con cada página.
Ahora toca esperar al estreno del desenlace mientras nos montamos nuestras películas para que los nervios no nos coman.



Y vosotros, ¿Lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? Os leemos en comentarios y en nuestras redes sociales.